Una madre dijo una vez, que la vida era como una caja de bombones y nunca sabes lo que te va a tocar.
Que hay bombones grandes y duraderos, pero pese a eso, carecen de sabor.
El de doble esencia, que nos da a elejir la que más nos gusta.
Hay bombones completamente negros, que oscurecen nuestras bocas como el carbón, y el blanco que las ilumina y aclara como la leche de todas las mañanas.
También están los de almendra que crujen en nuestras bocas y se esparce en trozos mas pequeños.
Y por ultimo está el bombón único de la caja, el que solo un priviligiado lo conseguirá, el bombón es pequeño y se desace con facilidad, pero su sabor es tan intenso que vale la pena saborearlo por esa porción de tiempo, ya que siempre producira una sonrisa en los labios.
Que hay bombones grandes y duraderos, pero pese a eso, carecen de sabor.
El de doble esencia, que nos da a elejir la que más nos gusta.
Hay bombones completamente negros, que oscurecen nuestras bocas como el carbón, y el blanco que las ilumina y aclara como la leche de todas las mañanas.
También están los de almendra que crujen en nuestras bocas y se esparce en trozos mas pequeños.
Y por ultimo está el bombón único de la caja, el que solo un priviligiado lo conseguirá, el bombón es pequeño y se desace con facilidad, pero su sabor es tan intenso que vale la pena saborearlo por esa porción de tiempo, ya que siempre producira una sonrisa en los labios.
Ñaam, qué buena pinta tienen (:
ResponderEliminarOjala todos pudiesemos darle un mordisquito a ese bombón especial.
Muaa!
Y siempre poder tener ese sabor sabrosito en los labios por mucho más tiempo<3
ResponderEliminarMe ha encantado la metáfora. ¡Muy bonita!